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Warriors no podrán volver siquiera a campaña para el olvido

Tras disputar cinco finales consecutivas de la NBA, los Warriors difícilmente pudieron haber
esperado un desenlace tan extraño y decepcionante en la presente campaña, durante la cual inauguraron su reluciente casa, el Chase Center de San Francisco.
Golden State tuvo la peor foja de la NBA, 15-50, con un plantel conformado principalmente por ilustres desconocidos, noche tras noche. 
Kevin Durant se marchó; Klay Thompson no tuvo actividad tras someterse a una cirugía por la ruptura de un ligamento de la rodilla izquierda, sufrida en el sexto partido de la final pasada ente Toronto, el eventual campeón; Stephen Curry se fracturó la mano izquierda. 
Andrew Wiggins llegó y jamás pudo mostrar su talento estelar, lo mismo que el resto de un elenco improvisado. Luego, la pandemia de coronavirus frenó el deporte profesional en Estados Unidos. 
Los dirigidos por Steve Kerr enfrentaron una prueba inédita. El entrenador debió confiar en un grupo de novatos y jóvenes, lo único que tenía Golden State, para que aprendieran a marchas forzadas. 
Así que los Warriors ni siquiera podrán volver a la cancha una vez que se reanude la temporada. Son uno de los conjuntos que quedaron eliminados cuando la Junta de Gobernadores de la NBA aprobó un formato de 22 equipos para retomar la actividad el mes próximo. 
“Todos reconocemos que hay asuntos mucho más importantes y demandantes ahora en nuestro mundo, que deben ser atendidos y corregidos”, dijo el gerente general Bob Myers, mediante un comunicado. 
“El basquetbol es secundario en este momento. Sin embargo, ayuda tener una resolución definitiva de nuestra temporada. Podemos enfocar nuestros esfuerzos en prepararnos para la campaña de 2020-21 e, idealmente en colocarnos en una posición que nos permita ser un equipo exitoso. En muchos aspectos, pese a nuestra foja de triunfos y derrotas, tuvimos una temporada productiva este año”. 
A continuación, algunas conclusiones de una campaña para el olvido, en la que se cortó una racha de siete apariciones consecutivas de Golden State en los playoffs. 
Optimismo 
Curry, Kerr, Thompson y el resto de los Warriors se percatan de que hay un núcleo para conducir a este equipo de vuelta a la cima. Incluso los ganadores cosntantes tienen un año malo. 
“Ésta es una oportunidad asombrosa, por la forma en que la veo, en términos de abrir otra oportunidad hacia un campamento, algo que somos sumamente capaces de conseguir”, dijo Curry. “Este año ha sido difícil, con demasiadas lesiones y caras nuevas”. 
La ausencia de Curry 
Dos veces nombrado el Jugador Más Valioso de la NBA, Curry se perdió 58 partidos, luego del 30 de octubre, cuando se lastimó la mano izquierda en una caída ante Phoenix. Volvió al fin el 5 de marzo, para enfrentar a los Raptors, pero contrajo gripe y quedó fuera de combate antes de que llegara la larga interrupción de la temporada. 
Curry sabía que no estaría a plenitud en el resto de la temporada. Ahora, tiene el tiempo que necesita para recuperarse. Lo mismo pasa con compañeros como Thompson y Draymond Green. 
Canjes 
En febrero, incluso los rostros que algunos habían comenzado a reconocer desaparecieron. 
Golden State cedió en canje a D’Angelo Russell, Jacob Evans III y Omari Spellman, quienes aterrizaron en los Timberwolves de Minnesota, a cambio de Wiggins y de algunas selecciones en el draft. 
“Es algo sin precedente”, dijo Myers en aquel momento, al destacar que estas operaciones aportaban la flexibilidad financiera para planificar. 
Habría así margen para alguna transacción en el mercado de agentes libres. 
“Pese a lo doloroso que pueda ser mudar a algunos de estos chicos, la idea fue que, en el verano de 2020, esto aportara cierta flexibilidad y capacidad de maniobra con nuestra nómina”, añadió. 

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