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La necesidad obliga a muchos a romper con la cuarentena

Situación. Ciudadanos retoman labores, pese a que el país permanece en cuarta fase de la pandemia. Tránsito. Principales vías del DN vuelven a registrar tapones.
SANTO DOMINGO.-La necesidad de buscar el sustento diario, sumado a la sensación de cansancio o aburrimiento fruto del confinamiento, ha llevado a muchos ciudadanos dejar a un lado el aislamiento y retomar sus labores cotidianas.
Pese a que el país permanece desde hace un mes en la fase 4 de la pandemia, una de la más crítica, vendedores ambulantes, peluqueros, estilistas, técnicos y mecánicos de diferentes sectores del Distrito Nacional han relajado el aislamiento e ignorado el llamado de quedarse en casa, asegurando que no pueden parar económicamente.
Yorady Feliz, una estilista que desde hace cuatro años opera su propio salón, manifestó que permaneció dos semanas en casa asumiendo el distanciamiento, sin embargo, sus compromisos económicos la obligan a reanudar sus labores con ciertas restricciones.
“Los compromisos y las facturas me siguen llegando igualitas, yo lo que tengo son preocupaciones con todas las cosas que hay que pagar y sin dinero. Con qué vamos a comer, con esto es que mantengo a mis hijos y pago mi casa. Imagínate, si no hay trabajo, no me puedo sostener”, manifestó Feliz.
La mujer, cuyo centro de belleza se encuentra ubicado en el ensanche La Fe, agregó que reabrió sus puertas hace más de una semana, atendiendo a sus clientas cada tres o cuatro días a través de citas coordinadas por teléfono, evitando cúmulo de personas en su local.
De igual forma Miguel Máximo Molina, quien reabrió su taller de reparación de electrodomésticos en el populoso sector de Cristo Rey, indicó que trabaja desde las 9:00 de la mañana hasta las 12 del medio día para así concluir algunos trabajos pendientes y equilibrar sus ingresos.
“Para los que vivimos del trabajo informal es un poco difícil, ya que uno no tiene las reservas y recibe dinero a medida que vamos entregando trabajos y el gobierno no ha hecho nada por nosotros. De una forma u otra uno tiene que subsistir”, expresó el técnico en electrónica.
Cuarta fase
Desde el pasado mes de marzo, la República Dominicana alcanzó el cuarto escenario de riesgo ante pandemia del coronavirus, al entrar en la clasificación de la transmisión comunitaria lo que obligó a extremar las acciones para tratar de frenar la propagación del virus.
Fue por esa razón que a mediados de marzo, el gobierno anunció la suspensión de toda actividad comercial con excepción de las básicas tales como supermercados, colmados, farmacias y empresas dedicadas al expendio de alimentos crudos y cocidos.
De acuerdo al boletín número 40 emitido ayer por el Ministerio de Salud Pública, el Distrito Nacional acumula 1,605 casos positivos de Covid-19, registrando 38 fallecimientos hasta la fecha.
Tras permanecer en su casa una semana y con una mecánica de trabajo distinta a la acostumbrada, Dalenia Mora Reyes volvió junto a varios compañeros a vender empanadas en la avenida Ortega y Gasset, en el mismo centro de Cristo Rey, sin embargo, se queja de que las ventas no son las mismas.
“Tuvimos que abrir porque esta situación por la pandemia ha entrado con fuerza y no podemos estar en la casa sentados, si podemos vender al público lo hacemos con toda delicadeza y tratando de mantener la distancia. Las ventas han bajado mucho porque la gente está guardada en su casa”, dijo Mora Reyes.
Mientras, el peluquero Vladimir Martínez expresó que debido a la situación atiende a sus clientes solo a través de citas para evitar el cúmulo de personas en su local, tomando otras precauciones para evitar la enfermedad.
Tránsito
Desde el pasado lunes, el tránsito de vehículos en las principales vías del Gran Santo Domingo se ha incrementado considerablemente, a pesar de que las autoridades continúan con el llamado de quedarse en casa.
En las primeras horas de ayer se registraron taponamientos a distintas vías, donde se pudo apreciar personas a la espera de transporte público.
Un ejemplo de ello se registró en la avenida Hermanas Mirabal, en Santo Domingo Norte, donde cruzar hacía el Distrito Nacional ha vuelto hacer una odisea debido a la cantidad de vehículos que intenta cruzar por el puente Francisco J. Peynado.
La misma situación se observa sobre los puentes Juan Bosh y Francisco del Rosario Sánchez (puente de la 17), los cuales conectan Santo Domingo Este con el Distrito Nacional.
Gracias a Joan Vargas

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