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Día Internacional de la no violencia contra la Mujer : Un día como hoy fueron asesinadas las hermanas Mirab

Fue un crimen tan atroz, un crimen que caló hasta lo más profundo de la sociedad dominicana, que las
hermanas Mirabal son un símbolo de resistencia y lucha en la República Dominicana y América Latina
La vida me ha enseñado que cuando se intenta asesinar la voz, el mensaje se replica con mayor agudeza.

Minerva tiene 32 años y María Teresa, 25. Ambas se alistan para salir a ver a sus esposos, Manolo y Leandro, a la prisión la Fortaleza, en Puerto Plata, hasta donde fueron trasladados de repente.

Son presos políticos.

Aunque Pedro, el marido de Patria, la mayor de las tres con 36 años, lo habían excarcelado, decide que hará el viaje también.

Son tres hermanas, las Mirabal, activistas contra el régimen del dictador de la República Dominicana, Rafael Leonel Trujillo. Lleva 30 años en el poder, a la cabeza de un gobierno en el que, incluso, había que pedirle permiso para casarse.

Es 25 de noviembre de 1960.

Desde hace un tiempo hay un rumor sigiloso, de esos que el miedo ajusta el nivel del volumen hasta el decibel más bajo, Su contenido es estremecedor: hay una orden de ejecutar a las hermanas Mirabal.

Les han advertido, pero ellas siguen firmes en su lucha. No se dejan amedrentar. No creen que Trujillo sea capaz de matarlas, especialmente porque hacía solo unos días, entre el 16 y 20 de agosto de 1960 y durante la Sexta Conferencia de Cancilleres de la Organización de Estados Americanos, el dictador dominicano había recibido una condena unánime de sus miembros.

Las hermanas Mirabal provienen de una familia adinerada. Su padre era comerciante y hacendado. Han dedicado sus vidas a luchar activamente contra el régimen de Trujillo. Son madres, entre las tres tienen siete hijos.

Ese día, salen de la finca familiar, en el poblado de Ojo de Agua, en la ciudad de Salcedo. Van en automóvil y Rufino de la Cruz acepta conducir, a pesar del riego y de las advertencias que nacen desde el poderío de Trujillo.

“Si me matan, sacaré los brazos de la tumba y seré más fuerte”, se le oyó decir a Minerva, la más audaz de las hermanas.

Llegan a la prisión La Fortaleza

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